Pues nada, gente, Eurovisión 2025 ya pasó… y lo que parecía un milagro musical se confirmó: ¡Melody lo ha petado! Pero tranquilos, que España quedó en el puesto 24, porque en Eurovisión lo de tener talento no siempre se premia, y el gusto lo siguen teniendo bien metido en el culo.

Sí, amigos, Melody no ha ganado por enchufe, ni por estrategia, ni por pena: ha ganado por entrega, por talento y por dejarse la piel en el escenario. En un festival que cada año huele más a plástico reciclado y votaciones políticas, ella ha brillado con luz propia. Melody ha ganado lo más importante que es el cariño de la gente.

¿Y el ganador oficial? Pues ni fu ni fa, como viene siendo costumbre. Otro tema que no molesta, no emociona, no suena mal pero tampoco bien. Un ganador para dormirse con los cascos puestos, perfecto para playlist de fondo en una cafetería sueca con wifi lento. Cansado ya de tanta mediocridad disfrazada de espectáculo, de tanta luz y fuego para tapar lo poco que hay debajo. Eurovisión apesta a conformismo y a votos podridos.
Y lo del segundo puesto, Israel, es ya directamente insultante. Musicalmente un crimen, éticamente una provocación. ¿Que el tema era potente? Más bien un tostón turbo-producido para que lo peten los algoritmos. Y lo de los 12 puntos de España a Israel… ¡vergüenza ajena multiplicada por 12! .
Eso sí, TVE tuvo un momentazo que hay que aplaudir de pie: esa intro con el mensaje claro y valiente :

Dejó claro que todavía queda gente decente en la tele pública. Lástima que luego se les cayera la coherencia con los puntos.
Y volviendo a lo importante: Melody fue la reina indiscutible. Vozarrón, actitud, conexión real con el público. Lo dio todo. Sin trampa, sin cartón, sin robots bailando. Solo música y alma. Y por eso nos ha ganado a todos. No por lobby, sino por ovarios y por arte.
España la apoyó, ya que el cariño del público estuvo ahí, y millones vibraron con ella. Pero la dejaron vendida en la clasificación, como si no importara que lleváramos a una artista de verdad. Y eso escuece. Porque esta vez no fuimos el chiste… pero nos volvieron a tratar como si lo fuéramos.
Así que desde esta trinchera donde se grita lo que otros callan:
¡Gracias Melody por recordarnos que aún queda música de verdad! Aunque el ranking te traicione, tú hiciste historia. Y con mayúsculas.